A estas alturas ya son muy pocos los que dudan que los pensamientos influyen sobre las vidas de las personas.
Ese es, precisamente, el principio por el que se rige la Ley de la atracción. Una creencia que sostiene que todo atrae su igual y que, por lo tanto, es cada persona la que atrae a su vida aquello en lo que enfoca sus pensamientos.
Nuestro mundo exterior no es, pues, más que un reflejo de nuestro mundo interior, ya que somos nosotros quienes hemos ido creando nuestra vida en virtud de los pensamientos que albergamos y desarrollamos en nuestra mente.
Eso significa que, si no tenemos la vida que nos gustaría, podemos cambiarla alterando los inputs con los que surtimos nuestra mente.
Ahora bien, ¿hasta qué punto es así?, ¿hasta el punto de poder ganar la lotería usando la Ley de la atracción? Según los principios de esta ley, si deseas algo profundamente y estás dispuesto a perseverar en ello hasta alcanzarlo estarás cada día un poco más cerca de conseguirlo.
Tal y como indica la Ley de la atracción, los pensamientos -conscientes e inconscientes- influyen en las decisiones que tomamos. Esto, aplicado a los juegos de azar, nos lleva, o bien a pensar que tenemos tantas opciones de ganar un premio de la lotería como las que tuvieron los anteriores agraciados, o bien a pensar que es imposible que nos toque.
Las consecuencias de estos pensamientos resultan decisivas. Ya que, mientras que los primeros, en el mismo momento en el que adquieren una participación, pasan a formar parte del grupo de potenciales ganadores, los segundos se autoexcluyen de entrada al rechazar la opción de tomar parte en cualquier juego de azar.
Y es que, tal y como apunta esta teoría, de igual forma que los pensamientos positivos atraen cosas positivas, los pensamientos negativos atraen cosas negativas. Por eso es tan importante ejercitar la mente con el objetivo de erradicar los pensamientos negativos y fomentar los positivos.
Algo que, por otro lado, está científicamente demostrado que influye, además de en el estado de nuestra salud, en nuestras relaciones sociales y, también, en las probabilidades de ser exitosos en todo lo que hacemos.
Según los seguidores de la Ley de la atracción existen tres actitudes distintas a la hora afrontar un sorteo de lotería:
Pensamiento |
Resultado |
No tengo suerte |
Me cierro ante cualquier oportunidad que pueda cambiarla |
La suerte es consecuencia del trabajo |
La suerte llegará sola si se trabaja duro |
Merezco la mejor de las suertes |
Soy un afortunado de la vida, por lo que solo puedo ser positivo y afrontar con optimismo y esperanza e ilusión cualquier oportunidad de mejora |
Lo que se desprende de este razonamiento es que aquellos que son conscientes de la suerte que tienen en la vida y que saben disfrutar de cada momento y mirar al futuro con optimismo son los que más creen en sus posibilidades de ganar, como ya lo han hecho miles de personas antes que ellos, un sorteo de lotería.
Una de las máximas de la Ley de la atracción es que no basta únicamente con pensar en positivo, sino que es necesario que las acciones concuerden con los pensamientos. Y es que si no crees realmente en lo que piensas, por mucho que lo pienses todo el día, es imposible atraerlo.
Dicho esto, de igual forma que es posible moldear el carácter o la forma en la que encaramos determinadas situaciones y contextos, también es posible transformar creencias negativas en positivas. Para ello, tan solo hace falta querer cambiarlas de verdad y, claro está, un poco de esfuerzo y dedicación.
Creencia negativa |
Creencia positiva |
Soy una persona sin suerte |
Tengo mucha suerte y existen razones objetivas para creerlo |
Solo es posible ganar dinero trabajando duro |
Existen miles de ejemplos de golpes de suerte que han cambiado la vida de muchas personas |
Las probabilidades de ganar la lotería son muy bajas |
El conocimiento del juego y la persistencia multiplican las posibilidades de ganar la lotería |
La salud y el amor son más importantes que el dinero |
Ganar la lotería es perfectamente compatible con tener buena suerte en el amor y gozar de buena salud |
El dinero no da la felicidad |
Ganar un premio de la lotería puede hacerme más feliz |
Ganar muchos millones puede acabar siendo un problema |
Conseguir la libertad financiera puede ayudar enormemente a mitigar gran parte de mis problemas |
Tal y como indicábamos antes, transformar creencias negativas en positivas no es algo que suceda de la noche a la mañana ni por arte de magia, sino como consecuencia de un trabajo mental progresivo encaminado a convertirte en un potencial ganador de lotería.
Eso sí, es importante no tener prisa y disfrutar del camino y de los pequeños golpes de suerte que te vayan llegando. Empieza por pensar, actuar y sentirte agradecido con la abundancia que te rodea en comparación con tantísimos millones de personas que no tienen nada.
En cuanto lo hagas, esta empezará a llegar a tu vida de muchas e inesperadas formas. Ganar la lotería con la Ley de atracción, puede ser, por qué no, una de ellas.